Nuestra visión: ¡La iniciativa de las Cuencas Sagradas es una propuesta impulsada por los pueblos indígenas de este territorio, aspirando a cambiar el sueño del mundo moderno para que la vida florezca por muchas generaciones más! ¡Que todos seamos capaces de vivir en relación armónica con sí mismo, entre nosotros y con todos los seres! ¡Que honremos a la reciprocidad y complementariedad que gobierna la pluriversidad de todas nuestras relaciones! ¡Que seamos guiados por la sabiduría ancestral y el genio de la naturaleza para vivir en interconexión profunda y liberadora de nuestro mayor potencial como hijas y hijos de este tremendo planeta que nos sirve de hogar!
Nuestra inspiración: Una cuenca de cabecera define una red emergente de vida que se sustenta y se nutre de redes de agua que esa vida misma hace posible. Como tal, es un modelo para otra manera de relacionarnos. Todos y cada uno de nosotros es una cuenca de cabecera única. Nuestras venas son ríos. Nuestros capilares son los riachuelos que los alimentan. Un árbol, con su tronco, ramas, ramitas y hojas que se extienden hacia las nubes, y con sus raíces y micorrizas que se adentran en la tierra, también es una cuenca de cabecera. Cada uno de nosotros está sostenido por una cuenca de cabecera más amplia. Las cuencas de cabecera existen dentro de otras cuencas de cabecera que dan origen así mismo a otras cuencas. Ellas nutren y sostienen esas fuentes de agua que las precedieron y, junto con esas otras muchas fuentes, dan origen a otras aún por conocer.
Las formas de vida que han evolucionado en estas cuencas nos enseñan lo que significa pensar la vida en relación con lo sagrado y a través de la diferencia que nos une, pues nos recuerda de nuestra conexión humana con la vida en toda su posibilidad emergente. Es esta posibilidad emergente, así como es albergada y alimentada por una cuenca de cabecera, la que puede inspirarnos para alcanzar una nueva forma de conciencia planetaria a medida que aprendemos a abordar la crisis ecológica, social y económica a la que nos enfrentamos todos los habitantes de la Tierra hoy en día.
Nuestros principios: Todos tenemos algo que aportar a esta iniciativa, como las Cuencas Sagradas forman uno solo, pero también, abarcan, en sus redes, una multitud. Siguiendo este espíritu de la alianza fluvial basado en un ambiente de respecto mutuo, te invitamos a juntarte a nosotros en observación de los principios siguientes. Ellos gobiernan a todas nuestras acciones que están orientadas hacía las futuras generaciones para promover otra forma de vivir que está inspirada en las vastas cuencas de cabecera amazónicas de las que se busca aprender y las que busca proteger.
Indigeneidad: Somos de la tierra, ella nos da todo, vida, identidad y muerte, por eso nos dedicamos a su bienestar y celebramos la vida como sagrada.
Reciprocidad: Vivimos en relación armónica en y con los espacios de vida y sus habitantes, ya que todo está interrelacionado e interdependiente.
Complementariedad: Todos somos parte de la vida, dejamos de juzgar porque reconocemos que todo tiene valor y un rol a jugar en el equilibrio eterno del cosmos.
Pluriversidad: Somos multitudes, nos relacionamos a través de la diferencia, honrando todas las formas de seres, humanos y no-humanos, visibles e invisibles, comprensibles e incomprensibles.
Soberanía indígena: Nuestra historia y cosmovisión nos capacitan a servir al equilibrio de nuestros eco-sistemas para que continúe la vida por muchas generaciones más.
Genio de la Naturaleza: Nos inspiramos de la inteligencia de nuestra biosfera para diseñar sistemas “humanos” complementarios y simbióticos.
Sabiduría ancestral: Nos conectamos en reverencia y ceremonia con nuestros ancestros y las fuerzas invisibles que gobiernan a la totalidad del espacio, al manifiesto como al vacío, para que nos guíen en el juego de la vida.
Nuestros objetivos: Para el 2030, queremos 1) consolidar el Buen Vivir Amazónico, 2) asegurar plena gobernanza territorial indígena, 3) promover la conservación y restauración de bosques, 4) eliminar la degradación y pérdida de bosques, y 5) detener el avance de las industrias extractivistas. La protección de manera permanente y sostenible del biocorredor megadiverso de más de 35 millones de hectáreas requiere un cambio de paradigma, reconociendo el valor intrínseco y extrínseco de la Amazonía y sus guardianas, para Ecuador, Perú y el mundo, a través de nuevos acuerdos de justicia ecológica y social (ingresos básicos, alivio de la deuda externa, apoyo a un tratado internacional de no proliferación de combustibles fósiles, entre otros).
Nuestra estrategia: Ya no podemos seguir con reformas y cambios graduales intentando de remediar a problemas aislados y síntomas de un sistema económico, socio-cultural y político que tiene que cambiarse a sus raíces. Lo que necesitamos es una transformación sistémica, como la metamorfosis de una oruga en mariposa. No hay ni vía única ni plan fijo para este reto, estamos entrando a terreno inexplorado. Las Cuencas Sagradas nos sirven como escuela de vida, como laboratorio para aprender e innovar juntos. Esto requiere las siguientes evoluciones de estrategia:
De defensa a propuesta: En vez de luchar, sobrepasemos nuestras diferencias para co-desarrollar propuestas de regeneración y preservación que incluyen y benefician a la gran mayoría de actores de la biorregión.
De la descolonización a la reimaginación: Encontrémonos para sanar nuestras relaciones, mentes, corazones, cuerpos y almas para poder reimaginar juntos a nuestros mundos desde un vacío total donde todo es posible.
De recursos a sagrado: La presión extractivista va a seguir sobrepasando nuestros poderes hasta que reconocemos que el agua limpia, el aire puro, los eco-sistemas intactos nos brindan la vida y son sagrados.
De pueblos indígenas a un movimiento global: No se trata de proteger o ayudar a los pueblos indígenas, se trata de proteger a la vida y a las futuras generaciones. ¡Que todos nos volvamos guardianas de la naturaleza!
De la modernidad a la totalidad: Sólo si juntamos las fuerzas de las ciencias, tecnologías y saberes modernos con las ancestrales, valorizándolos de manera igual, vamos a poder lograr nuestro desafío de preservar a la vida.
De cambiar a otros a cambiarnos a nosotros: La transformación de sistema pasa a través de cada uno de nosotros, por eso queremos ser los primeros en cambiarnos a nosotros mismos, a nuestra mentalidades y prejuicios.
De proyectos a sistema de transformación: Tenemos que movilizar a una masa crítica de actores diversos para primero comprender a las interacciones complejas que crean al sistema actual y nos mantienen prisioneros de su lógica y funcionamiento. Luego exploramos múltiples posibilidades de intervenciones radicales y empezamos a experimentar con ellas hasta descubrir conjuntamente como podemos lograr impulsar un efecto de contagio a través de sectores, geografías y generaciones a fin de generar un nuevo eco-sistema de gobernación de las Cuencas Sagradas que es tan superior en calidad y beneficios al sistema existente que le vuelve obsoleto.
Nuestras vías de transición: Juntos podemos co-generar propuestas inéditas e irresistibles de como gobernarnos, relacionarnos, educarnos, alimentarnos, movernos, sanarnos, protegernos, financiarnos y soñar juntos. Identificamos a las siguientes áreas preliminares de exploración y acción: A) Economía del Bosque, B) Territorios y Autodeterminación Indígena, C) Transporte, Tecnología y Conectividad, D) Educación Intercultural y Ambiental, E) Salud Intercultural, F) Ciudades Inteligentes, G) Vías de Transición, H) Energía, J) Restauración y Preservación. En este cuadro, seguimos una estrategia de doble vía. De un lado, ya identificamos a más de 40 propuestas concretas y viables para responder de una vez a necesidades urgentes de la biorregión. En paralelo, lanzamos grupos diversos para investigar, experimentar y desarrollar los cambios estructurales más profundos que hace falta a mediano y largo plazo.
En conclusión: Como humanidad nos hace falta la humildad de reconocer que no podemos seguir en el camino actual. Nos encontramos en un punto crítico de nuestra historia, entre nuestras maneras ‘modernas’ de estructurar nuestra identidad, consciencia y amor, y el llamado irresistible de nuestro futuro ancestral. El propio impulso evolucionario de la vida se está manifestando a través de nosotros, pidiéndonos de cambiar de rumbo(s).
¡Escuchando a esta voz de la vida, sabemos que es hora de colaborar como nunca antes para que conjuntamente logremos nuestra visión!