15 Jun Liz Chicaje, lideresa Bora, recibe el Premio Medioambiental Goldman por su participación en la creación del Parque Nacional Yaguas

Foto: Ministerio de Cultura del Perú
«El activismo indígena protege más de 800,000 hectáreas de selva amazónica en Perú y establece un nuevo parque nacional más grande que Yellowstone»
Un complejo ecosistema en peligro
Loreto.-Durante los últimos 20 años, la tala y la minería ilegales han asolado la región de Loreto, un remoto rincón del noreste de Perú donde la selva amazónica comienza a extenderse. Con su extensa vegetación y sus ríos que se entrecruzan, incluido el poderoso río Amazonas, la región es un área de «megadiversidad». Alberga miles de especies de plantas, aves y peces, así como manatíes, delfines de río, nutrias gigantes y monos lanudos.
Las comunidades locales dependen de los ricos recursos naturales de la región, sobre todo de la pesca, y consideran los ríos y la tierra sagrados. Además, hay extensiones de turberas repartidas por toda esta parte de la selva amazónica. Las turberas, un tipo de humedal, se consideran uno de los ecosistemas más valiosos de la Tierra, ya que son fundamentales para la biodiversidad, el agua potable y el control de las inundaciones. Las turberas también ayudan a mitigar el cambio climático al ser los mayores sumideros de carbono del mundo.
Una lideresa entre los bora
Los grupos indígenas de la región, que luchan por su sustento y por preservar los ricos recursos naturales de la zona, llevan mucho tiempo denunciando y resistiendo la devastadora invasión de madereros y mineros. Ante el aumento de la tala y la minería ilegales en Loreto, las comunidades indígenas desarrollaron una nueva e ingeniosa estrategia. Dirigida por Liz Chicaje Churay, de 38 años, y sus aliados, la comunidad indígena Bora trató de proteger la región mediante la creación de un parque nacional oficial, y lanzó una campaña en múltiples frentes para hacerlo realidad.
Chicaje, que también es presidenta de una cooperativa agrícola y ex presidenta de la Federación de Comunidades Indígenas del Río Ampiyacu (FECONA), base de la Organización Regional de los Pueblos Indígenas del Oriente (ORPIO), organización parte de la Iniciativa Cuencas Sagradas.
Su historia de fuerza
Se convirtió en activista de su comunidad por primera vez a los 16 años, cuando empezó a asistir a reuniones sobre la defensa del territorio ancestral Bora de la tala ilegal y otras incursiones. Ese mismo año fue madre por primera vez. Durante la campaña para proteger el bosque, a menudo llevaba a su hija pequeña con ella mientras pasaba largos periodos separada del resto de su familia mientras viajaba por la región.
Chicaje y sus compañeros se asociaron con funcionarios del gobierno, conservacionistas y científicos, incluidos los investigadores del Museo Field de Chicago, que llevaron a cabo una cartografía participativa y un análisis de imágenes por satélite. Ella y sus compañeros organizaron actividades de educación y divulgación entre los peruanos para exponer sus argumentos. Chicaje y su coalición también crearon estrategias para fortalecer las organizaciones locales y su liderazgo en el período previo a la obtención de apoyo político para el parque. En sus esfuerzos por unir a los diversos grupos indígenas de la región circundante, Chicaje viajó mucho en barco a zonas remotas para reunirse con las diferentes comunidades y discutir los planes para el parque. La diplomacia fue esencial para lograr un consenso. Al final, con la ayuda de otros líderes indígenas, convenció a 23 de las 29 comunidades indígenas locales para que aprobaran el parque y obtuvieran el apoyo de siete organizaciones indígenas distintas.
Su trabajo se desplazó hasta las capitales regionales y nacionales para reunirse con ministros del gobierno, funcionarios electos y embajadores extranjeros, abogando por el parque y asegurando que, una vez creado, los pueblos indígenas podrían seguir cazando y pescando allí como lo habían hecho durante generaciones. En 2017, Chicaje y Benjamín Rodríguez, un líder indígena que trabajó estrechamente con Chicaje en la campaña, viajaron a Bonn, Alemania, para la COP23 como parte de la delegación oficial de Perú. Rodríguez, que fue nominado originalmente con Chicaje para el Premio Goldman, murió en julio de 2020 debido a complicaciones de la COVID-19.
En enero de 2018, el trabajo de Chicaje y su comunidad finalmente dio sus frutos. El gobierno de Perú declaró la creación del Parque Nacional de Yaguas, protegiendo más de 800, 000 hectáreas de selva amazónica, comparable en tamaño al Parque Nacional de Yellowstone en los Estados Unidos y considerablemente más biodiverso.
La creación del parque es un paso crucial en la conservación de los ricos ecosistemas del país – salvaguardando miles de especies únicas de vida silvestre y preservando las turberas ricas en carbono – al tiempo que protege las tierras ancestrales de los pueblos indígenas. Según un informe del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas de Perú, al elevar Yaguas a la categoría de parque nacional se capturará alrededor de 1,5 millones de toneladas de carbono en los próximos 20 años.
Por su compromiso inquebrantable y su liderazgo decisivo, Liz Chicaje Churay recibirá el 15 de junio de 2021 el Premio Medioambiental Goldman, el más importante del mundo para los ecologistas de base.
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