¡Hacemos un llamado urgente a la acción global!
La Amazonía, nuestros territorios sagrados está siendo destruida. Nosotros, los pueblos indígenas de Ecuador y Perú junto con nuestros aliados, pedimos solidaridad a la comunidad mundial, debido a que nuestras vidas se encuentran estrechamente ligadas a la supervivencia de los bosques amazónicos y éstos se encuentran bajo un ataque incesante y sin precedentes. Si bien el mundo se ha despertado con los terribles incendios en la Amazonía, muchos no saben que también hay perversos planes extractivos y de ocupación del área que reconocemos como Cuencas Sagradas de la Amazonía. Estos planes representan una amenaza inminente no solo para nosotros, sino para la estabilidad climática global.
La Amazonía, hogar de una enorme diversidad cultural, concentra a los ecosistemas más biodiversos del planeta, genera lluvia, mantiene los ciclos hídricos para el continente americano y además regula el clima de la Tierra. La protección de la Amazonía es una alta prioridad global para evitar llegar al punto de no retorno climático.
Invitamos a apoyar nuestra propuesta y visión, que fue concebida desde la cosmovisión indígena y busca, en su fase inicial, proteger permanentemente al menos 35 millones de hectáreas, que son casi en su totalidad bosques tropicales en las cabeceras de las cuencas de los ríos Napo, Pastaza y Marañón de Ecuador y Perú, una región conocida como “Cuencas Sagradas de la Amazonía: Territorios para la Vida”.
En esta biorregión se encuentra el territorio ancestral de al menos 30 de nuestras nacionalidades y pueblos indígenas, tanto de aquellos que mantienen una relación permanente con la sociedad mayoritaria, como de aquellos que viven todavía en aislamiento. Nuestros pueblos originarios han cuidado el bosque en pie por milenios, debido a nuestro interconexión intrínseca con nuestro entorno, como lo demuestra una amplia evidencia científica.
Hacemos un llamado global para el reconocimiento de la Amazonia como un órgano vital de la Biosfera. Hacemos un llamado a los gobiernos de Ecuador y Perú, y a las empresas y instituciones financieras para que respeten los derechos y territorios indígenas y dejen de expandir nuevos proyectos de petróleo, minería, agro industria, ganadería, megaproyectos de infraestructura y vías de acceso en las Cuencas Sagradas Amazónicas.
El legado destructivo de este modelo de «desarrollo» actual, ha sido una gran deforestación, degradación de hábitats, contaminación y pérdida de biodiversidad; diezmando a las poblaciones indígenas y causando abusos contra los derechos humanos. Enfrentamos esta visión errónea que ve a la Amazonía como una región rica en recursos donde se extraen las materias primas en pos del crecimiento económico.
La expansión industrial en curso está llevando a la cuenca del Amazonas a un punto de inflexión ecológica. Es urgente que la comunidad global se una a los esfuerzos para prevenir mayores daños y apoyar acciones que prioricen la protección y restauración de los bosques y el clima, y que respeten los derechos indígenas. Proteger esta gran biorregión no es solo para beneficio de los pueblos indígenas amazónicos, sino para toda la humanidad y modela el imperativo global de acelerar esta transición hacia una civilización post-extractiva, plurinacional, intercultural y ecológica.
En reconocimiento a la importancia de proteger las Cuencas Sagradas de la Amazonía, exigimos que esta joya cultural y ecológica, estos territorios sagrados y bosques vivos, estén fuera del alcance de las amenazas mencionadas y protegidos de forma permanente. Comprometemos a un proceso participativo, de abajo hacia arriba, para visualizar un futuro para la región, basado en el reconocimiento y el respeto de los derechos colectivos de los pueblos indígenas, los derechos de la naturaleza y la búsqueda del bienestar colectivo, también conocido como Buen Vivir o Vida Plena.
Los pueblos indígenas de las Cuencas Sagradas de la Amazonía, estamos ofreciendo al mundo una solución a la crisis climática al comprometernos a proteger nuestros territorios y bosques y dejar los combustibles fósiles bajo el suelo. Esta región representa más de 5.700 millones de toneladas de carbono en bosques en pie y casi 5.000 millones de toneladas de CO2 en emisiones evitadas de reservas de petróleo no desarrolladas.
Como autores de esta declaración, solicitamos a la sociedad civil, científicos, gobiernos, instituciones financieras y otros, que se unan a nosotros firmando esta llamada en apoyo para proteger las Cuencas Sagradas de la Amazonía, en beneficio de toda la vida.
En nombre de nuestras naciones, nacionalidades, y pueblos de las Cuencas Sagradas de la Amazonía, firmamos el 15 de octubre 2019:
CONFENIAE (Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana)
AIDESEP (Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana)
ORPIO (La Organización de Pueblos Indígenas del Oriente, Peru)
GTANW(Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampís, Peru)
COICA (Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica)
Aliados estratégicos:
Fundación Pachamama
Amazon Watch
Pachamama Alliance
STAND.earth